UNAN- Managua inicia operaciones con despidos
|Algunos estudiantes aseguraron ejercerán “desobediencia estudiantil”
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), inició operaciones con el personal docente y administrativo tras cuatro meses de permanecer cerrada ante la crisis sociopolítica que enfrenta el país que ha dejado entre 317 y 448 muertos, en su mayoría jóvenes universitarios.
En la primera gestión del día de apertura la universidad procedió a “despedir” a 40 personas entre ellos maestros de planta y trabajadores administrativos de diversas Facultades (Humanidades, Administración, Medicina) y departamentos académicos a quienes, según su carta de despido le aplicaron el artículo 45 del Código del Trabajo.
Los estudiantes se mantuvieron en las instalaciones de la UNAN como símbolo de protesta y para evitar la cacería de brujas a jóvenes universitarios, desde mediados de mayo hasta el 13 de julio, pero fueron expulsados por grupos paramilitares afines al Gobierno que atacaron durante 13 horas continuas con armas de guerra.
Los campus en Nicaragua están protegidos por la “Ley de Autonomía Universitaria”, sin embargo la Rectoría de la UNAN-Managua firmó una autorización para que el Gobierno ingresara y atacara a sus alumnos con «fuerzas combinadas» integradas por policías, paramilitares, parapolicías y antimotines.
La denominada “Revolución de Abril” inició en la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), donde los jóvenes se mantuvieron atrincherados para protestar en contra unas reformas al seguro social, que ante la presión de los jóvenes el mandatario las revocó, sin embargo cuando iniciaron su retiro del recinto fueron atacados por agentes policiales que llegaron con armas y resultaron muertos y decena de heridos.
El actuar del Gobierno convirtió la exigencia en la renuncia del mandatario, ante el brutal ataque que continúa ahora con arrestos arbitrarios.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) llevan registros documentados de los muertos que responsabilizan al presidente Daniel Ortega “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias”.
Durante el ataque los paramilitares quemaron parte de las instalaciones de la UNAN y responsabilizaron a los estudiantes del hecho.
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