Ni el dictador Ortega ni su mujer asistieron a misa de aniversario del Cardenal Obando y Bravo

El dictador Ortega y Murillo siempre se pasaron de ser “amigos” de Obando en vida, sin embargo a un año de su ausencia ninguno llegó a su aniversario de fallecido

El Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, realizó el servicio ayer lunes de una misa por el descanso eterno del Cardenal Miguel Obando y Bravo, quien falleció hace un año en medio lo más intenso de las protestas contra el dictador Daniel Ortega.

Los restos de Obando siguieron una sinuosa ruta desde la Catedral Metropolitana de Managua, en donde se le despidió con una misa oficiada por Brenes, hasta la sede de la Universidad Católica (UNICA), en donde fueron enterrados con la muy notada ausencia del dictador Ortega y la vicedictadora Rosario Murillo. Los dos, tampoco llegaron a la misa del primer aniversario ni lo condecoraron, como sí hizo Ortega con el ahora muerto excomandante guerrillero Raúl Venerio, señalado de ser uno de los líderes paramilitares a nivel nacional.

A la misa en la UNICA de ayer lunes llegó el Clero de Managua y otros obispos como Monseñor Bosco Vivas Robelo, obispo de León, quien, como Brenes, han sido secretarios arquidicesanos de Obando y Bravo.

«El cardenal fue un hombre que con mirada sobrenatural miraba como Jesús Nuestro Señor tenía como un objetivo prioritario la reconciliación y por esa reconciliación el cardenal día y noche se esforzó», indicó Vivas.

El 2 de abril del 2016 fue declarado el tercer prócer de Nicaragua. La ley que lo declara «Prócer Nacional de la Paz y la Reconciliación» fue aprobada por la Asamblea Nacional con 65 votos sandinistas a favor y un voto en contra. Es recordado por sus mediaciones e intervenciones en las crisis políticas de la época de Somoza, antisandinista en la década de los 80 y reconciliador en los años 90, recoge el portal Trinchera de la Noticia.