Gobernación dice que no golpearon a ninguna presa, sin embargo no las dejan ver

A pesar de la gran cantidad de sospechas, el ministerio de Gobernación rechazó que al menos 17 presas políticas fueron ferozmente vapuleadas la noche del viernes 26 de octubre en el penal La Esperanza, como denunciaron sus familiares.

En una conferencia de prensa que fue dada a conocer a última hora, los titulares de ese Ministerio, María Amelia Coronel y Luis Cañas, realizaron la entrega a la “Comisión Porras” de un informe que “prueba” el “buen estado de salud y físico” de los reos políticos, a quienes acusan de ser “presos terroristas”.

“Las presas solo son custodiadas por oficiales mujeres. En ningún momento hay acceso de hombres a la parte del sistema penitenciario integral de mujeres”, dijo la ministra Coronel, en referencia a la denuncia de los familiares de las presas políticas, donde al menos unos 20 hombres vestidos de negro ingresaron a las celdas y las golpearon, y no se sabe que más hicieron con estas.

“No solo son noticias falsas, sino que son malintencionadas”, dijo por su parte el viceministro Cañas, quien en la práctica lleva el control de Gobernación.

De cara a la grave denuncia vertida por los familiares y los abogados de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) sobre esta golpiza, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) llego el pasado 30 de octubre a la La Esperanza a intentar ingresar a las celdas y verificar el estado de las presas políticas.

Hubo insistencia de Ana María Tello de entrar a la prisión. Ella es coordinadora del Meseni en Nicaragua, las autoridades de La Esperanza le impidieron el acceso al equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

De acuerdo a los familiares, las detenidas tenían golpes en la boca y en el cuerpo. Describieron una noche llena de crueldad a manos de estos hombres vestidos de negro como represalia hacia las presas por haber denunciado los maltratos que sufren en el penal.

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