Analistas calculan posible rendición del dictador Ortega ante fuerte presión internacional con Ley Nica Act

Descartan los expertos que situación inestable en Nicaragua se haya esparcido a otros países de Centroamérica

De acuerdo a datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía nicaragüense tendrá un crecimiento del -4% pues sería el único país en la región afectado por la agitación y el posible cambio de poder en Venezuela. En el pasado, Caracas entregó petróleo de bajo costo a los países vecinos de América Central y el Caribe. Estos programas de ayuda terminaron siendo insostenibles con el país en caída libre económica.

«Históricamente, Nicaragua ha recibido una ayuda sustancial de Venezuela, en gran parte en forma de petróleo subsidiado», dice Andrew Trahan, analista de riesgo país de Fitch.

«Con el colapso de la producción de petróleo en Venezuela, el gobierno de Ortega se ha visto obligado a recortar el gasto público. Este fue uno de los varios factores que encendieron el movimiento de protesta en Nicaragua en 2018. Observamos que la ayuda de Venezuela a Nicaragua se ha reducido sustancialmente en los últimos trimestres», dijo el experto.

La Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua de 2018, aprobada en noviembre pasado por el Congreso de los EEUU (y ampliamente conocida como Ley Nica Act, Ley de Condicionalidad de la Inversión de Nicaragua), hace corta la capacidad del gobierno de Nicaragua para alcanzar préstamos de desarrollo multilateral.

«La ley NICA impone sanciones financieras a los miembros clave del gobierno de Ortega», dice Lindsey Ice, economista de FocusEconomics, «y, lo que es más importante, otorga poder a los representantes estadounidenses en instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Fondo Monetario Internacional: para usar la influencia estadounidense para oponerse a cualquier préstamo a Nicaragua hasta que el gobierno tome medidas para celebrar elecciones que cumplan con los estándares democráticos».

Agrega Ice que «el acto probablemente tendrá efectos inmediatos en el clima de inversión, que ya ha sufrido tremendamente desde el inicio de la crisis política. Queda por verse si el presidente Ortega se rendirá ante la presión internacional para convocar a elecciones anticipadas».

Sin embargo, no se mira que la inestabilidad política se extienda a otros países de la región, según Jan Dehn, jefe de investigación de Ashmore Group. «Puede que haya un cambio en Venezuela, pero no veo que se extienda a otros países», dice. «La situación de Venezuela es muy contenida; y no hay apetito en la región para ver un retorno de la intervención liderada por Estados Unidos o golpes de estado y dictaduras, como lo hicimos en el pasado».

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