Prisión perpetua revisable para asesino de jovencita chinandegana de 14 años

Eleocadio Díaz Espino y su nieta y sobrina de iniciales O.S.A.D.

Un sujeto mató a una adolescente porque él suponía que a la niña de 14 años le gustaban las mujeres. Eleocadio Díaz Espino, de 76 años y tío-abuelo de la víctima, había afirmado en diversas ocasiones que él quería «hacerla mujercita». Sus amenazas las lleva a cabo en horas de la noche del 20 de noviembre de 2024 en la comarca Buena Vista, municipio de El Viejo, Chinandega.

Esa noche, la jovencita de iniciales O.S.A.D. se comunicó por última vez con su madre, alrededor de las 8 de la noche. La jovencita le dijo que estaba en camino a casa después de visitar a un amigo cerca de la escuela Francisco Hernández de Córdoba. Sin embargo, tras esa llamada nunca más volvió a saberse de la joven. Al día siguiente, preocupada por su desaparición, su madre alertó a las autoridades. La búsqueda dio inicio a lo inmediato.

La investigación avanzó cuando la policía descubre unas chinelas de la adolescente cerca de la escuela. Con la ayuda de Max, un perro policía entrenado con técnicas de rastreo, los oficiales siguieron el olor de la víctima. Max los guio a través de un camino de maleza hasta dar en la parcela propiedad de Alicia del Carmen Mairena, donde Eleocadio Díaz Espino trabajaba como cuidador. Allí el perro había marcado un punto específico: un rancho donde según las evidencias aconteció el crimen.

En el lugar, los investigadores descubrieron una cadena rota que la madre de la víctima había identificado como la que su hija llevaba puesta. Dentro del rancho, descubren un preservativo usado, papel higiénico y envolturas de condones, indicios de que Díaz Espino había intentado violar a la chica. Sin embargo, la resistencia de O.S.A.D. desencadenó su furia. Díaz Espino la golpeó de forma repetida contra un pilar de madera hasta provocarle la muerte.

Para borrar las huellas de su delito, Díaz Espino trasladó el cuerpo de la adolescente a un predio cercano donde la roció con gasolina y la quema. Al día siguiente vuelve al lugar y al ver que algunos restos no se habían consumido por completo, los recoge en un saco de nailon y los lanzó a un hoyo con agua dentro de la misma propiedad. Los restos semicalcinados de O.S.A.D. fueron descubiertos por los oficiales de la Policía que también encontraron fragmentos de huesos, tejidos blandos y órganos quemados.

Papel del perro investigador clave

En el juicio, la fiscalía aseguró que el papel de Max, el perro policía, fue fundamental para resolver el caso. No solo guio a los investigadores hasta el rancho donde aconteció el crimen, sino que a su vez señaló el lugar exacto donde Díaz Espino intentó ocultar las pruebas. El acusado fue detenido mientras removía hojas y escombros cerca de un árbol de Guanacaste, en un intento desesperado por esconder cualquier rastro.

Durante el juicio, celebrado en el Complejo Judicial de Chinandega, la fiscalía mostró pruebas contundentes, incluyendo testimonios forenses, evidencias físicas y declaraciones de testigos. El médico forense confirmó que la muerte de O.S.A.D. fue causada por traumatismos craneales severos, y que su cuerpo fue quemado después del asesinato.

La fiscalía ha solicitado la prisión perpetua revisable para Díaz Espino por el delito de asesinato agravado y 10 años adicionales por violación agravada en grado de tentativa.

La jueza Isabel Mayorga, quien presidió el caso, declaró a Díaz Espino culpable de los cargos, destacando la brutalidad del crimen y el móvil de odio que lo impulsó.

«Hizo uso extremo y salvaje de la fuerza hasta terminar con la vida de la víctima. Denota el desprecio y odio que tenía hacia la víctima. Toda la prueba ha sido contundente y coherente entre sí y ha demostrado los hechos acusados», dijo la judicial.

Sobre la Cadena Perpetua Revisable…

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